Comprar menos regalos para tus hijos en los días festivos o especiales es una gran idea para Reducir el consumo y los desechos cuando sean desechados más adelante, además contribuye con el ahorro familiar. Es una intención comúnmente repetida por muchos padres con mentalidad ambiental que quieren reducir sus gastos y su impacto en el planeta, mientras enseñan a sus hijos a ser menos consumistas y más satisfechos con lo que ya tienen.

Pero una vez que llega el momento muchos padres se preguntan: «¿Cómo puedo hacer esto?» ¿Cómo se pasa de dar a los niños numerosos regalos a casi ninguno? ¿Cómo se verá el árbol la mañana de Navidad? ¿Se decepcionarán los niños?

Éstas son consideraciones prácticas importantes y es una excelente idea compartir estas ideas sobre cómo adoptar los principios minimalistas y dejar de lado la abundancia materialista.

No hay que negar que, la base de del árbol se pueda ver considerablemente más desnuda que la de otros hogares, pero no hay nada de malo en eso. Una estrategia clave es no poner ningún regalo debajo del árbol hasta la víspera de Navidad, después de que los niños se hayan acostado.

De esa manera, obtienen el efecto completo de ver una variedad de regalos cuando se despiertan por la mañana y se emocionan sin importar qué. (¡También les impide darse cuenta de lo que están obteniendo antes de tiempo tocando y agitando todas las cajas!).

Regalos físicos

Un tip muy eficiente es que la media de navidad se llene de golosinas, idealmente consumibles, como dulces, chocolate, nueces mixtas o goma de mascar, pero también artículos pequeños y de bajo valor como juguetes de baño, guantes, calcomanías, marcadores o bolígrafos, tarjetas Pokémon (que es el regalo perfecto para muchos niños), pequeños juegos, artículos de aseo individuales y, por supuesto, la obligatoria clementina en la puntera.

Para los dos regalos más grandes, el de Papá Noel puede ser el juguete «divertido», tal vez un artículo que hayan pedido, o algo que papá o mamá saben que disfrutarán. El regalo por parte de los padres debe de ser una experiencia (más abajo) y / o algo más práctico, como un artículo que necesitan y que de todos modos hubiesen tenido que comprarles.

Si bien esto puede parecer una especie de evasión, no es exactamente de esta manera; los niños no se detienen a analizarlo y lo ven como un regalo más para agregar a su pila. Por ejemplo, Ana le dio un par de esquís de fondo a su hijo en navidad, ya que eran necesarios para un programa de esquí nórdico que comenzaba en enero.

La regla de los cuatro regalos

Los niños obtienen algo que quieren, algo que necesitan, algo para ponerse y algo para leer. Es una excelente forma de ayudar a los padres a mantener el gasto bajo control y ajustar las expectativas de los niños. Ahora bien, estas pueden ser, de igual forma, muchas compras cuando se tiene más de un hijo.

Está bien comprar regalos de segunda mano y regalar artículos

De hecho, este año este año ha existido un impulso significativo en las redes sociales para normalizar esto. Solo mira lo emocionados que se ponen los niños en la sección de juguetes de una tienda de segunda mano y tómelo como una señal de que comprar artículos usados. También puedes proponer un intercambio de juguetes con amigos cuyos hijos se hayan aburrido de sus pertenencias actuales.

Los padres deben formar un equipo con otros miembros de la familia que suelen dar regalos a sus hijos. No presumas de cambiar los hábitos de obsequio de otras personas, pero sugiere amablemente lo que podrían considerar dar, si su hijo tiene una necesidad o un deseo particular de algo.

Incluso si los regalos no llegan bien el día de Navidad, contribuyen al «botín» general que recibe tu hijo y lo dejas con una impresión de abundancia. Los miembros de la familia extendida podrían incluso considerar contribuir financieramente a un regalo experiencial.

Considera darles un regalo compartido a los niños mayores

Si hay un artículo de mayor valor que sabes que les gustaría, ponle una etiqueta para ambos y explícales, una vez abierto, que está destinado a ser compartido. Establece el arreglo para compartir inmediatamente para que todos estén satisfechos.

¡Envuelve todo!

Un detalle menor, pero se suma a una gran impresión. Es muy bonito envolver cada cosita que entra en las medias de los niños y debajo del árbol porque hace que sea mucho más emocionante para ellos abrir. Esto tiene un costo ambiental, pero es menor que comprarles juguetes adicionales; utiliza papel natural y reutilízalo.

Otra estrategia sutil es hacer que los niños limpien la habitación a fondo unos días antes de Navidad. Esto no solo deja espacio para los juguetes entrantes, sino que inevitablemente los reunirá con juguetes viejos de los que se han olvidado. Distraídos por estos nuevos y emocionantes descubrimientos, es posible que estén menos sintonizados con tener menos regalos debajo del árbol.

Regalos experienciales

Es bien sabido que dar experiencias es mucho mejor aprovechado que regalar cosas físicas, ya que estos forman recuerdos que duran mucho más que los juguetes.

Se puede hacer viajes de fin de semana a ciudades cercanas, patinar al aire libre, comer en buenos restaurantes, visitar un acuario o el zoológico, ir a museos, galerías de arte y teatros. Estas excursiones significan mucho para los niños.  Ahora con la COVID-19, las opciones son limitadas, pero aun así se puede intentar hacer algo especial.

Estas experiencias se les dan a los niños en forma de nota en la mañana del cumpleaños o Navidad, diciéndoles qué esperar. Es importante reservar las experiencias lo antes posible, para que el niño no tenga que esperar mucho. De lo contrario, deja de sentirse como un verdadero regalo.

El poder de las tradiciones

Gran parte de la magia de la Navidad reside en las tradiciones que la rodean. Cuando se aleja de la entrega física de regalos, debes abrazar estas tradiciones para llenar la temporada y hacerla más emocionante.

Armar un árbol y colocar luces de colores, cantar villancicos, hornear galletas y distribuirlas a amigos y vecinos, asistir a los desfiles locales de Santa Claus seguidos de chocolate caliente a altas horas de la noche, caminar por la noche para ver las decoraciones y las luces y tener una La cena del día de Navidad (incluso si es solo su familia inmediata) son algunos ejemplos de tradiciones que los niños pueden disfrutar. Asegúrate de hacer esto todos los años y la impresión será duradera.