Uno nunca sabe qué guarda la persona que se sienta al lado de nosotros en un avión. Pueden ser drogas, pueden ser armas o pueden ser pájaros. Así es, un hombre danés se guardó más de una docena de colibríes en sus pantalones, resguardados con cinta para que no se movieran mucho durante su vuelo.
Si yo me tomara una foto como esta, no creo que sonreír sería lo mas adecuado.
Este viajero holandés fue capturado en el aeropuerto Rochambeau de Cayenne, Guyana Francesa, tratando de contrabandear con más de una docena de colibríes vivos en bolsas especiales cosidos en el interior de su ropa interior. Para las autoridades resultó un poco sospechoso y cuando los oficiales le pasaron la báscula, se percataron de que llevaba unos pájaros de contrabando en condiciones precarias de vida para los pobres animales.
Ni siquiera era la primera vez que el hombre intentaba hacer esto, ya que tiene un historial con varios intentos similares. Fue interceptado al parecer en el mismo aeropuerto con un cómplice y un cargamento de 53 colibríes dos años antes de este encuentro fotografiado.
Las aves fueron envueltas individualmente en tela y cerradas con cinta adhesiva para evitar que se «escapen» de su contenedor en el viaje sudoroso.
Es normal encontrar un pajarito en ciertos pantalones, pero este pana si que se excedió.
Yo había escuchado del contrabando de Aves Exóticas, Peces, Mamíferos de gran tamaño, pero jamás me imaginé que una persona pudiera llegar a cometer semejante barbaridad y repetirla varias veces. Llegar al punto de cometer esta salvajada me hace pensar que las personas responsables de esto no tienen ni el mas mínimo respeto por la naturaleza, una persona que compra aves o cualquier otro animal que ha sido extraído de su entorno natural por estos medios, realmente no puede decir que le gustan los animales.
Actualización Enero 2013
Gracias a las Redes Sociales y a Ángel M. Sánchez por difundir esta noticia, me he enterado que este es el modo típico de pasar colibríes por avión en viajes de larga distancia… Cada 2 horas aproximadamente, el sujeto, va al WC del avión para alimentar con néctar a sus pequeños prisioneros, de este modo y dada la elevada tasa de metabolismo de estas aves que necesitan aportes nutricionales cada poco tiempo, suelen llegar todos vivos a destino, dónde los venden por altas sumas de dinero ya que su venta legal es imposible e Europa… Prisioneros alados, condenados a una muerte cierta a muchos miles de kilómetros del lugar donde nacieron… Así es el tráfico de especies y así son los traficantes, unos delincuentes peligrosos a los que no se puede ver de otra manera ni tomar a broma..