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Tener una mascota en el hogar es algo que te conecta con la naturaleza, te brinda aprendizaje, alegría y muchas situaciones divertidas y tiernas.
Todo el que ha tenido una mascota ha pasado momentos inolvidables junto a ella, pero esto no viene solo. Junto con la tenencia de una mascota viene una gran responsabilidad.
Los niños y las mascotas
Uno de los principales problema de maltrato doméstico en animales ocurre cuando los padres no enseñan a sus hijos a diferenciar una mascota de un juguete.
Los niños deben aprender a diferenciar, que tratar con una mascota no es como en los juegos donde los juguetes son objetos que puedes tratarlos de cualquier manera. Una mascota es una vida y se le debe dar el mismo cuidado como si se tratara de otro niño u otra persona.
Inculcar valores como el amor y el respeto por los animales ayudarán a que los niños sean más sociables, responsables y conscientes de los demás seres vivos.
Los niños aprenden con ejemplo y copiando a los adultos
La infancia sirve para jugar y para imitar. Gracias al juego crece el alma y la inteligencia. Un niño que no sabe jugar, será un adulto que no sabrá pensar. La infancia es, por consiguiente, el aprendizaje necesario para la edad madura.
Los padres somos el mejor modelo para los hijos. Los pequeños de casa imitarán todo lo que los adultos hagan. Primero miran y observan, después aprenden y por último imitan. Por este motivo resulta tan primordial vigilar la conducta y el comportamiento por parte de los adultos y así poder ser un buen referente para los pequeños de la casa. Los niños imitan palabras, gestos, expresiones, preguntas, respuestas, emociones, rutinas, aficiones y todo lo que vean diariamente en casa… tanto si es positivo como negativo.
Sé un buen modelo para tu hijo
El cuidado de las mascotas requiere de dedicación y constancia. Así como lavarse los dientes, la cara y dar las buenas noches antes de irse a dormir. Nuestros hijos aprenden de la rutina. Si desde pequeños les enseñamos con amor el trabajo que implica cuidar de los animales, con el tiempo esto se convertirá en algo natural.
El amor por los animales debe darse de forma natural, simplemente repite a menudo lo que quieres que aprenda. Si tu mascota hace algo por lo que debe ser reprendida evita hacerlo delante de los niños. Cuando haga algo bien hacerse saber con elogios y cariño.
Prepara tu hogar para tu mascota
Los animales pueden llegar a ser muy curiosos cuando llegan a un entorno nuevo, por lo que si no se marcan los límites o se establecen lugares seguros, podrían surgir algunos problemas.
Para delimitar estos espacios, te aconsejo:
- Cambiar de lugar las plantas que consideres que podrían llamar su atención y que no quieras que tu perrito mastique.
- Cerrar las puertas cuando entres o salgas.
- Mantener fuera de su alcance aquellos juguetes que son de tus hijos.
Mantén limpia a tu mascota
Algunos perros requieren de más cuidados que otros, sin embargo, con todas es necesario una rutina de limpieza para prevenir enfermedades y malos olores.
Algo sobre lo que debemos poner especial atención son las pulgas, garrapatas y lombrices, ya que estas pueden llegar a los niños. Es importante proteger a tu perro con algún preventivo y mantenerla aseada.
Introduce la cultura de cuidado y limpieza a tus hijos
Los niños y las mascotas tienen una convivencia muy sana e inocente que muchas veces no es la más limpia, sobre todo si salen a pasear al parque donde hay mucha suciedad. Involucra a tus hijos en la rutina del baño y habla con ellos sobre la limpieza que deben de tener después de jugar con su mascota.
Igualmente, procura que tu mascota no te lama la cara o la de tus hijos y evita, en la medida de los posible, compartir tu cama con tu mascota.
¿Qué otros consejos puedes darnos sobre el cuidado de las mascotas? Déjanos tus experiencias en la sección de Comentarios.